Es el título de un cuento realizado por Jaime Ferrán, para la colección Las Campanas, colección de la cual escribí en mi anterior artículo.
El presente libro pertenece al género de color azul oscuro haciendo referencia a la poesía. Con poemas breves, va dedicándole uno por página a cada instrumento de la orquesta, empezando por el violín que excepcionalmente le dedica dos páginas. En cada página acompañando a los distintos versos, aparecen dibujos representativos de cada instrumento. Las rimas usadas son en todo momento consonantes.
En el poema número uno hace alusión a las características sonoras o físicas de cada instrumento, y a su propia escena, describiendo por familias a cada uno, las funciones del director y sus logros.
El segundo poema está escrito en Sol menor, (tonalidad triste y melancólica) alude a los años pasados, sus épocas invernales y, de cómo se juntaban para tocar en el salón tras la cena, música, que aún hoy, dice que puede escuchar en sus oídos.
Porque ese es uno de los dones de la música, su permanencia viva en el recuerdo, que nos hace creer estar escuchando in situ y cada nota de la melodía.
El violín y el piano
conversan sin palabras,
como viejos amigos
que no se ocultan nada.
El violin y el piano
entonan su romanza
mientras la paz
desciende
sobre toda la casa.
Cuando los oigo
siento
un poco de nostalgia
porque el pasado,
en ellos,
del todo nunca pasa
y el ayer
vuelve a arder
como si alguien soplara
en el lar apagado,
sobre sus brasas.
El tercer poema está dedicado a la familia de los vientos, empezando por la flauta. El numero cuatro va dedicado a la musica antigua y a sus instrumentos: laúd, vihuela, clave…
Los instrumentos de percusión son los dedicatarios del quinto poema, incluyendo tambien otros de forma un tanto inconexa y fuera de lugar como el órgano, la armonica o el bandoneon. El siguiente poema va dedicado a los instrumentos de cuerda pulsada como el arpa, la guitarra y la balalaika.
El séptimo poema que lo titula Coda, ( en musica designa la última parte de una obra musical) va dedicado al concierto, a la distribución de instrumentos en el escenario, a la finalizacion del mismo escribe una dedicatoria a la Reina Sofia.
Termina el libro con un poema que lo llama Da Capo, que significa volver al principio, volver a empezar.
Aunque la editorial recomienda su lectura para los doce años, puede ser leida por alumnos-alumnas a partir de diez años que ya tienen adquiridos conocimientos y herramientas musicales suficientes para valorar y comprender el texto.
Su referencia bibliografica es la siguiente:
Ferrán, Jaime: Cuaderno De Música. Editorial. Miñón. Valladolid. 1983.
No hay comentarios:
Publicar un comentario